El monstruo del milenio
Estudio desmantela mitos en torno a la Generación Y en el Perú
Ni tan emprendedores, ni tan independientes, ni tan sensibles a temas ambientales, sociales y transcendentales. No, nuestra generación Y (también conocida como los "chicos del milenio") no se muestran como muy distintos a la generación anterior (Generación X), por lo menos no en el Perú.
Este es el resultado de una investigación realizada por Ipsos, Semana Económica y la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) que fue presentado el miércoles último.
El estudio se enfoca en las actitudes hacia el trabajo, tomando en cuenta que los Milennials se encuentran en este momento formando parte de la población económicamente activa.
Lo que pasa en la oficina se queda en la oficina. Ésta era la frase clave para entender el nivel de compromiso con el trabajo de los miembros de esta nueva generación laboral. De hecho la creación de ambientes laborales abiertos, lúdicos y visualmente atractivos ha sido la estrategia de muchas empresas que -siguiendo el modelo Google- han rediseñado ambientes. Tenis de mesa, fulbito de mesa, billar, entre otros espacios de juego se han instalado en aquellas oficinas que buscan motivar con el espacio: "Un espacio que te invite, que te haga sentir como en casa".
El estudio revela que, efectivamente los Y prefieren, en mayor medida que las otras generaciones, salir de la oficina a hacer su vida fuera en lugar de quedarse. PERO: la diferencia no es muy grande y hasta parecería deberse solo a un "efecto juventud"
Cuánto más joven es el grupo estudiado, más se aleja de la priorización del trabajo sobre la vida personal, aunque siempre en un nivel moderado y por debajo de los 30 puntos.
Es decir: los peruanos de todas las generaciones priorizamos el espacio laboral frente al familiar o social pero a mayor edad la prioridad se hace más fuerte.
Emprendedores de tiempo libre. También se ha dicho que la Generación del Milenio es la generación de los emprendedores, de los millonarios jóvenes, pero: ¿pasa en el Perú?.
No podemos negar el éxito de algunos emprendedores no solo en el ámbito local sino en el internacional, pero, ¿es una característica de la generación? ¿o se trata de un efecto contagio sobre algunos individuos? Más parecería ser lo segundo si observamos los resultados del estudio.
Si bien existe la idea del negocio propio en la Generación Y pero prefieren no arriesgar y "mientras tanto" toman un empleo esperando que les quede algo de tiempo libre para pensar en el negocio propio, en los proyectos personales. Algunos dirían "hay que darle tiempo al tiempo: ya se presentará la oportunidad".
Los millennials -significativamente más que los otros- prefieren trabajar como dependientes mientras construyen su negocio. Por el contrario, se muestran bastante renuentes a emprender su propio negocio como actividad profesional.
En cambio, revela el estudio, quienes sí quieren ser independientes y poner un negocio propio son aquellos que tienen más de 50 años, que ven cerca la jubilación.
Motivados para trabajar. "Generación apática" les decían, "es imposible lograr que se comprometan con algo que no sea suyo". El estudio de UPC y Semana Económica señala que eso es un mito, pero aclara que para los miembros de esta generación los motivadores más importantes son intrínsecos: el reto, el trabajo interesante y estimulante; en lugar de una línea de carrera y estabilidad laboral.
Sin embargo, precisa el estudio, existen importantes diferencias entre los miembros de la generación si observamos los niveles socio-económicos (NSE). Así, los "Y" que pertenecen al NSE C valoran la estabilidad laboral mientras que los de NSE A esperan un sueldo alto y un buen balance de tiempo laboral / tiempo libre. Para los del NSE C esto último prácticamente carecería de importancia.
No es difícil entender que las razones de estas diferencias están en que unos son hijos de una generación que ha gozado de cierta estabilidad mientras que los otros provienen de los sobrevivientes de la crisis. Mientras los primeros quieren disfrutar de lo "logrado", los otros quieren ganarse un espacio sostenible aprovechando este periodo de vacas gordas (o por lo menos no tan flacas) por el que pasa el Perú.
En suma, nuestra Generación Y no es ni igual ni parecida a la de Mark Zuckerberg, ni a la de norteamericana, ni a la europea, sencillamente porque nuestra Generación Y es heredera de una generación que enfrentó la crisis y el terror, de una generación de sobrevivientes y, salvo por una pequeña porción del NSE A, en este momento aprovecha para construirse un futuro estable aprovechando los 30 años de bono demográfico (que termina entre el año 2030 y 2040) periodo durante el cual la población económicamente activa es mayor en número que la dependiente económicamente. Ver cuadro.